miércoles, 28 de julio de 2010

Respeto y Educación


Hace un tiempo escribía que cada historia tiene un final, y eso sigue siendo así.

Pero cuando te encuentras con personas que no son capaces de agarrar el toro por los cuernos y decir las cosas a la cara, y se esconden en móviles, mensajes, chats y demás sucedáneos, hace que te hierva la sangre.

Y la cuestión no es que decía el mensaje, sino por la forma de decirlo. En estos casos es tan importante que el qué se dice, como el cómo se dice. Hay que tener la suficiente valentía para decir las cosas de frente, si la decisión que se ha tomado es la correcta para uno.

Entrar ya en la motivación para cortar una relación sin conocerla de ante mano es casi entrar en ese mundo cercano a la adivinación, pero por suerte o por desgracia uno sigue conservando su "radar" para las situaciones extrañas medio operativo, y ayer volvió a funcionar, y hoy se confirmaron las sospechas.

Dicen que las mentiras son cojas, o dicho de manera parecida, que se pilla antes a un mentiroso que han cojo, cuando mentir es algo tan sencillo, sólo se tiene uno que acordar de las mentiras que dice. O lo que es lo mismo, hay que tener buena memoria para saber que se dice, y a quien se dice.

Pero las prisas, la emoción o incluso la excitación hace que se nos nuble la mente y olvidemos lo que decimos, y no prestemos la atención debida a las mentiras que decimos.

Por otro lado, dicen que el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra, y puedo dar fe de ello.

Dar todo lo que tiene uno, sin esperar nada a cambio es lo habitual cuando se pretende construir una relación. Pero cuando estos que se pretende de construir te lo derriban todos los días con las excusas más peregrinas, pues que voy a decir, quema, y además mucho.

Hace tiempo hablamos de la valentía de dejar una relación para empezar otra, arriesgándose, y la paradoja es que ambos estábamos de acuerdo de ello. Pero mi intuición me dice que lo que han hecho es jugar conmigo mientras surgía algo con alguien, que obviamente no soy yo. Y quiero remarcar que es sólo intuición, no tengo las pruebas precisas para afirmarlo.

Ese viaje para pensar, ¿era acaso una prueba con alguien que no cuajó? Esa respuesta sólo la tienes tú, y no sé si algún día lo compartirás conmigo.

Las dudas empiezan a tener su explicación. Los cambios de opinión continuos o inmediatos, también. Todo esto parecía el paso de peregrino, uno hacia adelante y tres hacia atrás. Pero esto de hoy ha sido "vaya directamente a la cárcel sin pasar por la casilla de salida", y sinceramente, no creo que me lo merezca.

Jugar con otras personas no está bien, sobre todo cuando se hace de manera consciente, como parece que lo has hecho. E insisto, creo que no me lo merezco.

Hace tiempo me dijiste algo que alguien te hizo, y sigo pensando en voz alta, y suponiendo muchas cosas, has hecho lo que te han hecho a ti.

Bueno, lo dejo aquí, no quiero seguir diciendo más cosas que sólo sirven para que me envenene más.

Sólo me queda por decirte, que ojala encuentres tanta paz, como dejas, y piensa en lo que has hecho, porque quien a hierro mata, a hierro muere.

Egoismo

Hoy lo he vuelto a hacer.

He vuelto a pensar sólo en mis problemas, sin ni siquiera preguntarle si ella estaba bien. Y el no hacerlo y enterarme de lo que había pasado ha hecho que me sintiera culpable.

Y me siento muy culpable por anteponerme a los demás. Soy un egoísta, lo reconozco, pero ya no va a pasar más.

Sabes que podrás contar conmigo, pese a los cienes de kilómetros que nos separan, pero mi teléfono estará disponible para escucharte, prestarte mi hombro o para lo que necesites.

Por favor perdóname, de amigo a amigo.


lunes, 5 de julio de 2010

One Step Beyond



En el Cantar del Mio Cid hay una frase que siempre me gustó, y que hasta ahora no he podido encontrarle un uso adecuado. Pero ahora si que lo he encontrado. Y la frase es:

"Albricias Alvar Fañez, que de la tierra semos echados"

Y efectivamente, he sido "echado de mi tierra", mejor dicho de mi casa. Esta manera de hablar, aún siendo traumática, es una consecuencia lógica del divorcio. Como hombre que soy, tengo que abandonar el hogar conyugal, y pese a que sea como una enfermedad terminal, en el que se sabe el final, no deja de ser duro cuando esto ocurre.

Como bien dice el título de esta entrada, no me queda más remedio que dar un paso adelante. Y esto lo voy a hacer forzado por la situación.

Pero como decía el Mio Cid, hay que alegrarse porque empieza una nueva vida, y quien sabe lo que está por llegar. Espero que sean mejores cosas.

Están por venir muchas cosas, unas, obviamente me gustarán y otras no, pero todo se afrontará con un ánimo renovado y con ganas de comerme el mundo y de luchar por lo que más me importa en estos momentos, y no es otra cosa que mi hija.

Esta nueva situación o momento de mi vida, parecía que incluso iba a ser completo. Pensé que alguien me iba a poder acompañar en el nuevo camino.

Pero me equivocaba. Se retira del camino dejando más sombras que luces. Puede que haya ganado una amiga, pero sólo eso.

Y la cuestión es que la ilusión se acrecentaba por momentos. Ella pidió cosas que le fueron dadas, y después ha pedido más, y se ha retirado de mi vida, según dice de manera, posiblemente provisional, pero el hecho es que ya no está.

Esta situación es extraña, rara y si me apuráis sin cierto sentido.

Todavía, no he llegado a entender los cambios en las mujeres (y pido perdón por decir esto), pero no sé como alguien que estaba muy a gusto al medio día, por la noche dice que lo mejor es que se tome un tiempo para pensar en la situación, y decidir que quiere hacer y meditar sobre lo que quiere. Máxime cuando esa salida la había propuesto, y casi organizado ella.

Pero dejando a un lado esta anécdota, las dudas que me surgen son varias, y espero que pronto se disipen.

El miedo es libre, y las dudas más todavía. Y además lo entiendo. El vértigo de los cambios, de alguien nuevo en tu vida, de no tener solucionado como uno quisiera sus problemas, pero esto es más llevadero entre dos, si se quiere ser ayudado.

Puede que sea hiriente con mis comentarios, no lo niego, pero están basados en en mis sentimientos, ahora un poco confusos, pero cada vez menos. Dejar atrás un matrinomio en el que las comeduras de tarro estaban a la orden de día, han hecho que deje de preocuparme de ello ahora. Quiero vivir una nueva vida, sin pensar mal de los demás, sin sospechas, sin tratar de averiguar si hay alguien más, y saber que la persona que esté conmigo opina igual, y que va a apostar por mi, igual que yo lo haría por ella.

Todos tenemos nuestros problemas, y algunos peores que otros. Cada uno los negociamos y solucionamos como mejor sabemos o podemos, pero si alguien te tiende la mano para ayudarte, no la desprecies, porque puede que cuando de verdad creas que la necesites ya no esté ahí.

Hoy me ha dicho que quizás ya no esté yo cuando ella se decida, y lo que le he contestado es que cada decisión tiene sus riesgos, y hay que saber aceptarlos. No sé si estaré cuando decida que hacer con su vida, porque nadie sabe que lo que pasará mañana, la próxima semana, el próximo año...

Tengo una sola vida, y la quiero disfrutar. Ya he penado, justa o injustamente en los últimos años, así que quiero empezar de nuevo y dar ese paso adelante

Gracias por dedicarme vuestro precioso tiempo.